EL ANÁLISIS DIARIO DE SMI
¿Que os pasa a casi todos?
Casi todos estamos en SMI porque tenemos algún problema, ya sea económico, ya sea organizativo, etc.
Al principio todos pensamos que nos van a dar una fórmula mágica para solucionar ese problema, yo incluso me llegue a oir de un tirón todas las lecciones del programa para encontrar esa fórmula y no veas que decepción, ¡No estaba! ¿O tal vez si?
Yo, que ahora he terminado el programa, os puedo decir que SI que está, creedme, pero no es mágica, el secreto está en concienciarte que el problema no es por tus trabajadores, ni por la crisis, ni por nada de eso el problema son nuestros hábitos, somos nosotros, o mejor dicho, nuestros malos hábitos, si seguimos haciendo lo mismo cada día, todo va a seguir igual, a no ser que nos toque la lotería, y encima, algunos, ni siquiera jugamos.
No os dais cuenta que para cambiar, lo primero es saber que es lo que hay que cambiar y como que nuestros hábitos los tenemos tan arraigados, nos parecen una cosa totalmente normal y por lo tanto no hay que cambiarlo, pero el cambio requiere un proceso, el primer paso de este proceso es detectar nuestros malos hábitos, para ello tenemos que rellenar la hoja del análisis diario cada día de lunes a viernes, el sábado tomate un ratito y míratela como si fuera de otra persona y aquí verás tus hábitos, los buenos y los malos, al principio cuesta porque todo lo ves como una cosa normal, ¡Estamos trabajando, puñetas, lo de cada día!
En ella también podrás ver todas las tareas que realizas, haz una lista con todas ellas, cuantas más hojas tengas mejor, luego ya clasificaremos cuales son de alta rentabilidad, de baja rentabilidad o delegables.
Veis la maldita hojilla empieza a ser útil. Yo, después de 12 meses, la sigo utilizando, no la analizo, pero la sigo rellenando y ahora, de vez en cuando, les hecho un vistazo y sorpresa sigo detectando hábitos malos, a ver si os suena:
¿Cómo tenéis la mesa de vuestro puesto de trabajo, desordenada, ordenada? Una mesa desordenada crea distracción, despistes, pérdidas de tiempo, picoteo. Ordénala cada día, una mesa despejada crea concentración. Yo todavía estoy en ello.
¿Apagas el teléfono o lo dejas en silencio mientras trabajas en algo que necesite alta concentración o dejas que te interrumpan cada vez que les pica? A esto se les llama interrupciones. Yo ya lo dejo en silencio y cuando acabo devuelvo siempre todas las llamadas, siempre a todos.
¿Vas cambiando de faena sin haber acabado lo que estabas haciendo? El famoso picoteo. Yo todavía no lo tengo controlado.
¿Vas dejando alguna faena que no te gusta mucho hacer, o que te da palo, o que es muy grande para después? ¿Te ves diciendo el lunes sin falta empiezo y luego no lo haces y te dices, el lunes que viene sin falta? La dilación, el problema de muchos de nosotros, Yo no lo tengo controlado.
Etc, etc, etc...
Lo mejor es que, a estas alturas, soy consciente de algunos de mis malos hábitos, pero sigo haciendo la hoja porque no estoy seguro de haberlos detectado todos.
Ahora, para salir del hoyo donde estamos, ya sabemos que hay una escalera y además nos hemos subido al primer escalón, ya no la perderemos de vista.
El segundo paso es usar eso que a estas alturas todavía me cuesta horrores, la hoja de seguimiento de 31 días para sustituir nuestros malos hábitos. Podéis leer el artículo de los hábitos de este blog.
Después vendrán las metas, la visualización, las afirmaciones, pero una cosa detrás de la otra, paso a paso, escalón a escalón, no hay atajos, sólo trabajo duro, aunque a veces, es necesaria la ayuda de alguien, un asesor externo por ejemplo, que nos eche una mano, pero eso os lo explico en otro artículo.
El secreto para seguir subiendo, es ser consciente y aceptar que tenemos que cambiar, modificar nuestros hábitos, trabajar duro siempre con mentalidad positiva, marcarse metas hacia el siguiente escalón y tener confianza, fe, esperanza o como queráis llamarlo, porque aunque no lo veáis ahora, la salida está al final de la escalera.
Como podéis observar, yo todavía estoy muy lejos de esa salida pero he empezado a subir, por eso me he apuntado al programa de metas.
Como podéis observar, yo todavía estoy muy lejos de esa salida pero he empezado a subir, por eso me he apuntado al programa de metas.
Ahora que ya sabéis que hay una escalera, os animo a que os subáis al primer escalón y avancéis por ella hacia vuestra salida personal.
¡ÁNIMO Y A RELLENAR ESA HOJA, QUE TAMPOCO CUESTA TANTO!